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Mostrando las entradas etiquetadas como Ecatepec

El vigilante

Al filo de la tarde, el cielo se pinta de naranja y púrpura en Ecatepec. La noche cae lenta y pesada, como si le costara trabajo al cielo aceptar que el día ha terminado y que el momento de hacerle un lugar a la noche por fin ha llegado. Las brillantes luces de un autobús de pasajeros rompen la oscuridad de la recién caída noche. Avanza a gran velocidad y con poca precaución. El chófer del vehículo confía ciegamente en su vasto conocimiento del camino, producto de los años de práctica y las múltiples desveladas. Cuando la unidad está cerca de cruzar el límite entre Ecatepec y Tlalnepantla, tres sujetos con chamarras acolchadas comienzan a hacerse señas entre sí: una ceja levantada, dos toques de pulgar en la gorra, tres golpecitos con el pie en el suelo... un pequeño niño que lleva minutos observándolos advierte rápidamente lo que está a punto de suceder: esos tipos van a asaltarlos. Intentando disimular, le da un codazo muy leve a su mamá para avisarle lo que va a ocurrir. Sie...

Escape del antirrábico

Fue una distracción de un segundo. Un empleado descuidado dejó las puertas del camión abiertas. Salí corriendo como un rayo y nadie pudo darme alcance. Ahí, en el antirrábico de Ecatepec comenzó mi viaje. Atravesé la Vía Morelos sin precaución. Más de cinco autos estuvieron cerca de arrollarme. Pero salí ileso. No miré nunca hacía atrás. Mis patas literalmente volaban cuando crucé el Puente del Arte. Me dolía mucho el estómago y tuve que vomitar una vez. Quizá fue producto de las dos patadas que me tocaron horas antes durante mi captura. Mi “regalito” quedó embarrado en las afueras de la Casa de Morelos. No fue mi intención, me sentía muy mal y no pude evitarlo. Sé que Morelos me lo perdonaría. Seguí corriendo frenéticamente y casi instintivamente di la vuelta en la Avenida 30-30. Subí el puente vehicular con el pavimento quemándome las patas. No dejé de avanzar hasta que vi el jardín de la Escuela Normal. Me trepé como pude en el puente peatonal y conté cien escalones de sub...