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Mostrando entradas de febrero, 2019

El juicio

–¡Qué el acusado suba al estrado! – exclamó el juez, con voz ronca y determinada. Adán fue empujado con violencia hacia el banquillo de los acusados, y trastabilló sin querer en el primer escalón. Las risas no se hicieron esperar. Estaba claro que los asistentes al proceso no estaban de su lado. Con la respiración entrecortada y el rostro cubierto por una bolsa negra de plástico, Adán intentaba deducir qué estaba ocurriendo a su alrededor. Nadie le decía nada, y cada pregunta que pretendía hacer era interrumpida por un golpe seco o un espeso escupitajo. Quizá el “juez” le revelara algo cuando por fin alcanzara el estrado… –Tranquilo, amigo. Te acompañaré durante todo el juicio. No te prometo la victoria –de hecho, tendremos suerte si salimos de aquí con vida– pero si te juro que te defenderé hasta el último aliento. –¿Quién carajo eres tú? –preguntó Adán, confundido. –Tu abogado. –¿En serio? ¿Y cómo te llamas? –Magnus. –¡Tienes que estar bromeando! – exclamó–. Magnus es el

Le llamaban Cristóbal de Olea

-México-Tenochtitlan, 30 de junio de 1520- –¿Habéis visto al Capitán? – preguntó el muchacho, desconsolado. –No– respondieron a coro tres soldados que se afanaban en rescatar a un caballo que estaba a punto de ahogarse en el lago. Tras la escueta respuesta, el joven agradeció con una leve inclinación de cabeza y corrió como un loco hacia el lugar del que todos huían. Debía encontrar al Capitán y ponerlo a salvo, aun a riesgo de poner en peligro su propia vida. Entre jadeos, decidió prescindir del yelmo y prosiguió la temeraria marcha con la cabeza descubierta. En el camino encontró a dos fieros “mejicas” con trajes marrón y un casco en forma de cono que los hacía parecer más altos de lo que eran en realidad. Armados con imponentes “macahuil” y protegidos por escudos de plumas, se lanzaron al ataque apenes notaron su presencia.  Con el miedo haciendo presa de cada palmo de su piel, Cristóbal apretó los dientes y gritó “Santiago” para darse valor y hacer frente a ambos.